Una casa pasiva se caracteriza por ser una vivienda que ha sido construida de tal forma que permite un ahorro energético considerable por medio de soluciones eficientes, manteniendo un alto grado de confort interior y respeto por el medio ambiente. Para ello, es necesario reducir las pérdidas de calor y aprovechar al máximo la energía existente, lo que denominaríamos técnicas pasivas, pero sin renunciar por ello al bienestar a través del control de la temperatura y la calidad del aire, combinando de manera eficiente aislamiento y ventilación.

Debemos de diferenciar lo que sería simplemente ahorro energético de lo que es la eficiencia energética. Ahorro energético se consigue apagando las luces y viviendo a oscuras. Por el contrario, la eficiencia energética consiste en un ahorro energético, pero sin renunciar al confort y al bienestar, es decir, manteniendo los niveles deseados de luminosidad, temperatura, calidad del aire, etc… Este es el objetivo que persiguen las viviendas construidas siguiendo estándares de casa pasiva.

Fruto de esta preocupación, nace en Alemania a finales del siglo pasado el estándar de construcción Passivhaus. Dependiendo de las zonas geográficas, aplicando sus criterios se pueden conseguir reducciones de consumo energético incluso hasta un 75%, ó de un 60% en zonas climáticas menos severas. Sin renunciar al bienestar de los ocupantes de la vivienda, las casas pasivas buscan su objetivo atendiendo a tres factores fundamentales: el aislamiento, la ventilación y la estanqueidad.

La ventilación, además de ayudar al control de la temperatura, es fundamental para la conservación de la calidad del aire interior que rodea a los usuarios de la vivienda, mientras que la estanqueidad evita corrientes de aire e incluso condensaciones interiores, que puedan alterar el bienestar de sus ocupantes. El aislamiento es fundamental en la envolvente de la vivienda, no sólo a través de los materiales empleados, sino también por las soluciones aplicadas que deberán de ser las adecuadas atendiendo a la situación geográfica del edificio y el clima de la zona, la orientación de la fachada, evitar puentes térmicos con zonas de pilares, pasos de forjado, etc…

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La creación de espacios sostenibles es uno de los objetivos de la arquitectura actual y al que la empresa alemana Salamander Industrie Produkte GmbH responde con la innovación de sus sistemas en PVC, de los cuales destacamos el Brügmann bluEvolution 82 y 92 por ser aptos para la creación de estas construcciones.

En la envolvente de una casa pasiva se presta especial atención a la interacción entre los diferentes elementos de construcción instalados, y en este sentido, los sistemas de carpintería que cierran los huecos existentes deberán tener prestaciones energéticamente eficientes a través de una baja transmitancia térmica de sus perfiles, tal y como sucede con las puertas y ventanas de PVC de SALAMANDER, que cuentan con valores de casa pasiva, conjuntamente con la instalación de acristalamientos adecuados para tal fin. Los sistemas para ventanas y puertas empleados se someten a ensayos en prestigiosos institutos que los certifican como «componentes aptos para casas pasivas» siempre que su valor Uw sea ≤ 0,80 W/(m²K). Para estos valores deberán de presentarse certificados o datos y detalles de los marcos de ventanas y puertas de exterior que justifiquen los cálculos de acuerdo con la EN ISO-10077-2.

Los perfiles de las series de SALAMANDER, Brügmann bluEvolution 82 y Brügmann bluEvolution 92, han superado ampliamente estos requisitos. Estos valores sólo son alcanzables mediante la utilización de marcos y hojas optimizados desde el punto de vista térmico y con una unión de bordes mejorada térmicamente. El Sistema bluEvolution 82, con una profundidad de marco de 82mm, alcanza un valor Uw hasta 0,74 W/(m²K), certificado como apto para casas pasivas por el instituto alemán “eph”; mientras que con el Sistema bluEvolution 92, con una profundidad de marco de 92mm, se alcanza un valor Uw hasta 0,71 W/(m²K), certificado como apto para casas pasivas por el instituto alemán “ift Rosenheim”.

Instalados con acristalamientos térmicos apropiados, con estos sistemas, tanto en sus versiones de hoja recta como redonda, es posible ahorrar considerablemente en el gasto de energía, sea para calefacción o para refrigeración, permitiendo reducir en invierno las pérdidas de calor incluso en el caso de grandes superficies acristaladas, aprovechando así también las beneficiosas propiedades de la luz natural, y evitar el sobrecalentamiento en los meses más cálidos. Esta idea de equilibrio entre la demanda de energía para calefacción o refrigeración, hace que los estándares de construcción de casas pasivas sean aplicables no sólo en zonas de clima frío, como en Alemania en dónde nació el concepto, sino también en áreas climáticas menos severas o más cálidas como el Mediterráneo.

El lema de la “7ª Conferencia Española Passivhaus” celebrada el pasado mes de Noviembre de 2015 rezaba: “El kilovatio más barato es el que no se gasta”. Siguiendo esta misma filosofía, las ventanas y puertas de PVC permiten alcanzar valores de altas prestaciones para casas pasivas con una inmejorable relación calidad/precio y sin necesidad de mantenimiento, lo que hace que los Sistemas de carpintería de PVC de SALAMANDER de las series Brügmann bluEvolution 82 y Brügmann bluEvolution 92 sean idóneos para formar parte de un proyecto de vivienda diseñada según los criterios establecidos por el estándar de construcción Passivhaus.

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