Las ventanas en la edificación sostenible

Como todos sabemos, las ventanas juegan un papel fundamental en la construcción sostenible. La mayor parte de la energía fluye hacia dentro y fuera a través de las ventanas, contando con un diseño inteligente y la innovación tecnológica, pueden utilizarse para proveer calor, frio, y luz para mejorar el ambiente interior de las edificaciones.

Para optimizar el rendimiento energético de nuestras ventanas, el primer aspecto a tener en consideración es el diseño pasivo. La luz natural y el flujo de calor que obtenemos a través de una ventana pueden ser controlados hasta cierto punto por el diseño, tamaño y orientación de las ventanas con respecto al sol. Las ventanas más grandes tienen un mayor potencial de perder u obtener calor que las ventanas pequeñas, y las ventanas orientadas al sur dejan entrar mas luz y calor que aquellas orientadas al norte. Toldos, persianas, cortinas… pueden ser integrados en el diseño de las ventanas para dejar pasar luz y calor en invierno y bloquearlo en verano.

ETIQUETADO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA EN VENTANAS
Ya en 2009, la Unión Europea aprobó la Directiva 2009/125/CE sobre criterios ecológicos de diseño, que se traspuso a nivel nacional mediante el Real Decreto 187/2011 relativo al establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos relacionados con la energía, haciendo mención expresa en su campo de aplicación a las ventanas. En consonancia con este entorno, al cual se suma una mayor concienciación por parte de los usuarios de exigir más confort tanto en las viviendas como en los centros de trabajo, ASEFAVE Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas ha desarrollado la etiqueta de eficiencia energética de ventanas.

Se trata de una etiqueta de carácter voluntario, anticipándose a una obligatoriedad a nivel europeo que se prevé que se produzca a medio plazo. Esta etiqueta ha sido pensada principalmente, pero no de forma exclusiva, para orientar al particular que decide acometer el cambio de ventanas en su vivienda. Pretende aportar un criterio objetivo que ayude en la toma de decisiones. La clasificación que hace esta etiqueta de ventanas es de carácter cualitativo, no cuantitativo, ya que directamente no calcula el posible ahorro energético que puede conseguirse en la vivienda con el cambio de ventanas (ahorro que depende de la ubicación de la vivienda, de su tipología constructiva, hábitos de los usuarios,…, factores difíciles de abordar en este etiquetado), pero sí indica el grado de eficiencia de la ventana en función de sus prestaciones técnicas intrínsecas (transmitancia térmica, permeabilidad al aire y factor solar del acristalamiento).

Los valores utilizados en el programa de cálculo provienen del marcado CE de la ventana, obligatorio desde febrero de 2010, y es condición indispensable para ser licenciatario que la empresa aporte la documentación correspondiente al marcado CE de las ventanas que quiere etiquetar. La etiqueta adopta un formato ya familiar al usuario (empleado en las etiquetas de electrodomésticos), añadiendo una segunda clasificación (expresada mediante estrellas) para caracterizar el comportamiento de la ventana en temporada de verano, pues la contribución al ahorro energético puede provenir tanto de evitar la pérdida de energía en invierno como de limitar las aportaciones solares en verano. La responsabilidad del etiquetado es completa por parte del fabricante. Aunque la etiqueta no lo recoge expresamente, es imprescindible para obtener una óptima eficiencia energética realizar un correcto montaje de la ventana y combinar una buena ventana con elementos de protección solar, así como un correcto uso de los mismos.

MARCOS DE LAS VENTANAS.
Los marcos que utilizamos en nuestras ventanas, afectan significativamente al rendimiento de las mismas, dependiendo del tipo de material elegido. Las ventanas de madera tienen un grado alto de eficiencia energética, y pueden ser obtenidas de un proveedor sostenible, pero también pueden resultar caras y necesitan un mantenimiento regular para combatir las acciones de los agentes meteorológicos externos. Los marcos de fibra de vidrio, conllevan un bajo mantenimiento, y un comportamiento energético eficiente, pero son costosos. Los marcos de aluminio por su parte, son más baratos, pero son buenos conductores de calor y por ende menos eficientes energéticamente que otras opciones. Un material muy popular en la construcción para marcos de ventanas es el PVC, que presenta un coste ajustado, alta eficiencia energética y necesitan poco mantenimiento, ya que no necesitan ser repintados y son altamente resistentes al agua y la humedad.

CRISTALES.
Las ventanas eficientes, deben tener dos o mas paneles de vidrio separados por una cámara de aire para ralentizar la transferencia de aire caliente, aislamiento térmico, y proveer aislamiento acústico. Tradicionalmente, el hueco entre los cristales se rellena de aire o nitrógeno seco, pero los modelos más recientes y avanzados, utilizan gases de baja conducción como argón y kriptón que otorgan mejores niveles de transmitancia térmica y disminuyen significativamente los valores U de la ventana.
Otra de las innovaciones en materia de tecnología de ventanas, es el recubrimiento de baja emisión. Estos materiales se aplican en finísimas capas de metal u oxido metálico que se aplican en los vidrios de las ventanas. Existen diferentes tipos de recubrimientos, que presentan diferentes propiedades, pero todos están diseñados para reducir el flujo de calor a través de la ventana, algunos reflejan el calor del interior de vuelta al interior, y otros reflejan el calor de afuera impidiendo su entrada.

AHORRO Y RESPETO AL MEDIO AMBIENTE.
La tecnología en las ventanas ha sufrido toda una revolución en los últimos veinte años. Utilizando una combinación de doble acristalamiento con gas en medio, recubrimientos en los cristales, y marcos adecuados, ahora es posible ajustar la luz solar entrante, reducir la condensación, prevenir las fugas de aire climatizado y mejorar el confort en el interior de los edificios al mismo tiempo que generando ahorro de energía y dinero. Relevante también, será la disminución en emisiones de carbono que se consigue mediante el uso de ventanas eficientes, reduciendo el impacto en el medio ambiente. Estas medidas unidas a otros métodos y utilización de materiales sostenibles, serán buenas opciones para una construcción eficiente y sostenible.